viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Sabes que hace TU religión por los demás?

Mucho se habla, de cómo la religión cristiana católica, la cual profesan, según el INEGI en el censo del año pasado, el 89.3% de la población del país, tiene dinero "manchado de sangre", de cómo se derrocha dinero en el Vaticano, se critica el entregar un diezmo a la iglesia, se critica las cosas materiales que tienen los sacerdotes y obispos, sin embargo, ¿sabes lo que hace la religión católica para ayudar de manera económica a aquellos que lo necesitan? 


La Iglesia católica destina parte de sus recursos económicos principalmente a cuatro áreas: 1) sostener al clero y a sus ministros, 2) al ejercicio de su apostolado en diversas formas y en distintos ámbitos de la vida pública, 3) mantener el culto y las actividades religiosas (se incluye la conservación de los templos y obras que la Iglesia administra así como el sueldo de los laicos contratados para ayudar en ello) y 4) acciones pastorales, caritativas, formativas y de promoción social. Centrémonos en este último punto pues suele ser el más olvidado. 

Posiblemente la mayor tragedia de los pobres, marginados, enfermos, desvalidos, ancianos, etc., es la de no poder hacer escuchar su voz ante quienes pueden ayudar a paliar o cambiar su situación. En este sentido, el Papa presta uno de los servicios más nobles e importantes al ser la voz de los que no la tienen. 

Precisamente por ello, constantemente en audiencias, discursos, mensajes y cartas a líderes políticos y económicos, tanto Benedicto XVI como muchos de sus antecesores, han abordado de frente el tema de la pobreza promoviendo y potenciando proyectos que ayuden a quienes la padecen, incluso y sobre todo en foros gubernamentales. 

Alzar la voz por quienes no la tienen y perseverar en ese servicio, posee ya un gran mérito. Pero no es lo único que hace el Papa. También está su ayuda monetaria real a nombre de la Iglesia universal. 

La Santa Sede ha institucionalizado su ayuda caritativa. Desde 1971 tiene el Pontificio Consejo Cor Unum, un organismo creado por Pablo VI para expresar la solicitud de la Iglesia católica hacia los necesitados para que se favorezca la fraternidad humana. Uno de los objetivos de este dicasterio romano es el de ser el instrumento ejecutivo del Papa cuando él desea emprender iniciativas humanitarias en caso de calamidad o en el campo de la promoción humana (y ahí están como ejemplos los donativos de más de 100 mil dólares para los afectados por el terremoto de agosto de 2007 en Perú y para las víctimas del reciente conflicto bélico en Georgia). 

Es precisamente Cor Unum la encargada de seguir, coordinar y acompañar la actividad de Caritas, la confederación de más de 160 organismos caritativos esparcidos por el mundo. Entre 2005 y 2007, Cor Unum-Caritas han donado más de 15 millones de dólares en obras de caridad. 

Pero no es todo. Juan Pablo II creó en 1984 la Fundación Juan Pablo II para el Sahel (fundación que lucha contra la sequía y la desertización y ayuda a los afectados) y la Fundación Popolorum Progressio al servicio de la población indígena, mestiza, afroamericana y de los campesinos pobres de América Latina y del Caribe. Ambas están vinculadas a Cor Unum. 

“Conciencia moral del mundo” 

Es un hecho: ninguna otra institución en el mundo lleva adelante una actividad social, de ayuda humanitaria y asistencia como la Iglesia católica. Los lugares más recónditos son atendidos por religiosos o laicos católicos y esto es posibles gracias a la generosidad de quienes dan su sí a Cristo como de aquellos que les ayudan con bienes materiales. 

Muchas entidades han nacido y funcionan por su raíz católica y su perseverancia en la fidelidad a esos principios que les dieron origen. La Iglesia no es una ONG porque, más allá de sus acciones, es ante todo la “conciencia moral del mundo”. La mayor aportación de la Iglesia no son únicamente sus obras sino también sus palabras y su perseverancia en la defensa de ellas: de la ley natural, de la ética, etc. 

La Iglesia no es una ONG porque no es fruto del voluntarismo ni es una iniciativa humana. Como dijo Benedicto XVI en su visita a Austria, “el cristianismo es algo más que un sistema moral, es el regalo de una amistad que incluye una gran fuerza moral que tanto necesita hacer frente a los desafíos de nuestra época”. Esa amistad de la que habla el Papa, es con Cristo. Una amistad que se hace viva en las demás personas y que precisa de la oración para ser más fecunda. Con razón decía la madre Teresa: “sin oración, la atención a los desheredados quizá se pueda aguantar unos días, unas semanas, pero no de forma permanente entregando la propia vida”. 



Te recomiendo las siguientes paginas web, donde se habla con mas detalle de en que se utiliza en dinero en la religion catolica:

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